Una prueba de que uno se va integrando en el país es que los correos electrónicos en cadena llegan en los idiomas oficiales antes que el propio. El primero que recibí sobre este tema venía en perfecto flamenco: L’Alliance pour la Planète (groepering van milieuverenigingen) doet een oproep tot al de burgers:»gun de planeet 5 minuten rust».
Que no se diga que el flamenco es imposible, algo se puede sacar (planeet > planeta, minuten > minutos). ¿Pero lo de «burgers»? Resultó que el mensaje era la convocatoria para apagar las luces durante 5 minutos, y «burgers» no tiene que ver con la comida rápida sino con los habitantes del «burgo», ergo, ciudadanos. «Milieuverenigingen» (asociaciones ecologistas) es algo más complejo porque les encanta juntar términos para hacer palabras interminables. Unos días más tarde llegó el mensaje en francés, y ya a última hora (como mandan los cánones) en español.
El grupo que montó todo este escándalo eran franceses (L’Alliance pour la Planète). Querían que los candidatos a la presidencia de la república se comprometiesen a luchar contra el cambio climático. Pero el llamamiento parecía que había llegado también a Bélgica. Varela me escribía para decirme que en España hablaban de ello radios y televisiones. Según mis compañeros de francés, el tema también se había extendido por Lituania, Polonia y Alemania. Increíble tamaña movilización por el medio ambiente. ¿Será que poco a poco va calando la idea de dejarles a los que vengan detrás el planeta como nosotros nos lo encontramos? Hay razones para ser optimista.
A las 8 menos 5 del jueves 1 de febrero estaba en clase de francés. Lo primero que hizo el profesor nada más llegar fue preguntar: ¿Sabéis que ocurre hoy? Y sacar tres velas. Y después de pasar casi toda la clase hablando de calentamiento global, de emisiones, del derroche de energía (y de papel) que se hace en Bruselas, a la hora convenida apagamos la luz.
Fue bonito. Fuera, muchas luces se apagaban con la nuestra (en Bélgica, en España, en Francia…). A la luz de las velas, seguíamos hablando de cómo compensar las emisiones que producen los viajes en avión. Los 5 minutos pasaron volando y la luz volvió molestando.
La fecha elegida para el apagón no era casual. El día 1 de febrero se celebraba la reunión del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU. Y lo que han dicho los 34 autores y 18 contribuyentes del informe final: con una seguridad del 90%, la culpa del calentamiento climático es nuestra. Han publicado el informe completo en inglés (21 páginas).
¿Pero para que ha valido esto?
– Se ha reducido el consumo un 1% en Francia y un 2,5% en España (se puede ver un pequeño bajón a las 20h. en los datos de Red Eléctrica )
– Se han enfadado las eléctricas (¡que se jodan!)
– A los que estamos implicados en el día a día verde nos sube la moral.
– Se demuestra el poder de los ciudadanos individuales (en este caso como consumidores domésticos).
Pero, como decían los convocantes, el objetivo era mediático. Daba igual si se ahorraba o no, el caso era llamar la atención. Apagar la luz cinco minutos no deja de ser un símbolo, pero lo importante es darse cuenta del derroche energético que llevamos a cabo todos los días a todas horas.
Después del apagón hay que apagar la luz más, no dejar el ordenador encendido por la noche, reducir el consumo de energía, aprender a vivir gastando menos, hacer lo posible como ciudadano por no derrochar, exigir que las administraciones reduzcan su gasto energético también. Tanto en la Oficina Comercial como en la Representación Permanente las luces y los ordenadores se quedan encendidos, a veces incluso durante el fin de semana. Y me temo que en gran parte de la Administración Pública española las cosas sean muy parecidas.
La acción política (donde la política es la gestión de lo común) es necesaria. Hace falta presión social, y votar cada vez más verde. Quienes toman las grandes decisiones tienen que aplicar políticas de ahorro energético. A mí, no descubro nada, me tiran Los Verdes. Pero el resto de ideologías y de partidos siempre hacen algún guiño hacia el ecologismo, y es responsabilidad de los votantes y afiliados que los gestos no se queden en eso. Contra el cambio climático tenemos que jugar todos.
Me pica en Flandes 
Venga va, que no todos los científicos están de acuerdo.
Por 25 céntimos de euro, nombres de petroleras que sobornan a científicos para contradecir a la ONU, como por ejemplo la mayor del mundo, ExxonMobil. 1,2,3 responda otra vez:
– ExxonMobil
Qué tal Rafita? Ya me tardabas en hablar del tema. Como sabes este año me lo pasé «colaborando» con la eléctrica más importante del Portugal (y de paso de Asturies). Y algo aprendí del tema.
Aunque sabes que soy de tu misma cuerda me mosqueó un poco todo lo que supuso esto de cara a la galería, ver a todos los politicuchos dándose palmatidas porque en medio de una obra de teatro se sumaron a esta iniciativa. A parte de que la iniciativa por suerte y por desgracia fue un fracaso. Varias cosillas por ello:
– Para empezar las eléctricas al final salieron beneficiadas ya que se produjeron desvíos que incrementaron los precios y que se les tendrá que pagar con nuestros impuestos.
– El ahorro de energía supuso únicamente el equivalente a 2 camiones de carbón.
– Las eléctricas se quejaba (por desgracia con razón) porque en caso de producirse un descenso muy acusado en la demanda el sistema se hubiese ido al garete. El pico de bajada fue de 1GW, si hubiese llegado a 2GW los de REE y el resto de los españoles nos hubieras reído mucho.
Perdón por el rollo, pero con esto no quería ir contra la idea del ahorro energético, si no a la idea de hacer las cosas con la cabeza. Más que 5 minutos de apagón, habría que pensar en extender la iniciativa a la vida cotidiana.
Saludos guaje.
Rafita, aunque sabes que soy de tu misma opinión voy a ser un poco abogado del diablo y dar unos datos sobre lo que al final pasó:
– En España el ahorro energético fue equivalente a unas 50 toneladas de carbón, más o menos 2 camiones de esta carga.
– Las eléctricas sí ganaron Se provocaron desvíos en el sistema. Los desvíos implican aumento de costes. Este sobrecoste lo pagamos entre todos los españoles.
– Como aclaración: las eléctricas seguirán ganando mientras haya tarifa eléctrica regulada por el Gobierno. Nosotros pagamos la electricidad por debajo de lo que les cuesta producirla. El déficit se paga por el Gobierno.
– Por suerte la bajada en la demanda tuvo un pico de sólo 1GW. Por suerte, porque si hubiera sido el doble seguramente se hubiera provocado un apagón de verdad.
Es triste amigo, pero a veces este tipo de iniciativas que son cojonudas para llamar la atención pueden provocar más daño del que intentan resolver.
Siento ser un poco pesimista, pero un año en la eléctrica más grande Portugal aclara un poco el panorama.
Amigo Pepe, no puedo sino estar de acuerdo en los cuatro puntos que señalas. Pero creo que no afectan al quid de la cuestión del apagón de 5 minutos.
No se trataba de fastidiar a las eléctricas, no se trataba de hacer énfasis en las culpas de las grandes empresas. Al contrario, era una movilización orientada a lo individual. Se trataba de que cada uno reflexionase con la luz apagada del derroche que estaba haciendo.
Por eso, da igual que las eléctricas ganasen más o menos, que hubiese apagones o no. Bueno, y si les pica que se rasquen. Pero no se trataba de eso.
Una de las acciones políticas más necesarias (y la vez más impopulares) sería pedir que el precio de la luz dejase de ser regulado y reflejase su coste real. Subiría un huevo. Pero estaríamos pagando lo que realmente cuesta (en realidad mucho menos porque no se imputan los costes ambientales).
De la forma en que está ahora el sobrecoste lo pagamos en forma de impuestos. Por culpa del sistema actual una pequeña empresa asturiana que basaba su negocio en las energías 100% renovables ha tenido que cerrar. Descanse en paz Electra Norte